Este post lo vamos a dedicar a hablaros de La Dermatitis Atópica en perros,es una enfermedad inflamatoria de la piel, causada por una hipersensibilidad o alergia a algunos componentes ambientales que llamamos alérgenos, entre los que se encuentran los ácaros del polvo o del almacenamiento de alimentos, pólenes, mohos… es una enfermedad compleja, crónica y muy frecuente en la población canina, con unos signos clínicos característicos y asociada a la presencia de anticuerpos IgE frente a alérgenos ambientales (alteración del sistema inmunitario, que está predispuesto a hiperreaccionar frente a sustancias inocuas para la mayoría de la población).
Se estima que aproximadamente el 10% de la población canina padece esta enfermedad
Tiene una gran predisposición de estar condicionada genéticamente, esto implica que acompañará toda la vida al animal y, por lo tanto, no es curable. Se pueden paliar los síntomas y ofrecer al animal calidad de vida haciendo desaparecer los efectos secundarios pero esto durará tanto como dure el tratamiento
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Por otro lado, la dermatitis atópica tiene una alteración intrínseca de la barrera cutánea, ya que la inflamación y el purito predispone a la penetración de los alérgenos, a la colonización y proliferación de microorganismos y a las alteraciones inflamatorias que ocurren en la piel: enfermedades parasitarias pruriginosas (sarna sarcóptica, cheileteliosis, sarna notoédrica, malassezzia…entre las más frecuentes) y otras alergias (dermatitis alérgica a la picadura de la pulga, reacción adversa a los alimentos), todo esto empeora claramente el cuadro clínico al producir de nuevo mas inflamación y prurito
Un animal atópico puede también tener otras alergias concurrentes como a las pulgas o a los alimentos. También se ha definido la dermatitis atópica desencadenada por los alimentos. Tanto el diagnóstico como el tratamiento de la dermatitis atópica pueden verse complicados por estas condiciones.
El diagnóstico de la dermatitis atópica es exclusivamente clínico, por lo que se diagnosticará en aquel individuo con un proceso pruriginoso primario no asociado a parásitos, pulgas o alimentos.
Es una enfermedad que se presenta mayormente entre el primer y tercer año de vida y la enfermedad suele persistir durante toda la vida del animal. Hay un pequeño porcentaje (inferior al 25% ) que es estacional y los síntomas se presentan únicamente durante unos meses al año, generalmente en primavera o verano.
Aunque no se conoce la causa exacta de la Dermatitis Atópica, se sabe que existen factores genéticos determinantes, por lo que encontramos una elevada predisposición racial. Algunos ejemplos de razas con predisposición racial: West Highland White Terrier, Boxer, Labrador, Dálmata, Setter, Shar Pei, Bulldog Francés, bulldog ingles, carlino…
La característica fundamental de la Dermatitis Atópica Canina es el picor. Las lesiones primarias causadas por la reacción alérgica suelen localizarse en las zonas donde la piel es más sensible: cara, cara interna de los pabellones auriculares, cuello, axilas, ingles, abdomen, periné, cara ventral de la cola, zonas de flexión de las extremidades y espacios interdigitales.
Al principio encontraremos zonas enrojecidas, granitos, descamación e irritación de la piel, pero si el problema avanza y el rascado persiste, las lesiones se agravan, convirtiéndose en piel endurecida y ennegrecida, y zonas sin pelo más o menos extensas. A menudo podemos encontrar perros con otitis externa bilateral, conjuntivitis bilateral o infecciones secundarias por bacterianas o levaduras.
¿Podemos tratar la Dermatitis Atópica Canina?
Hay que tener muy presente que se trata de una enfermedad crónica con un origen en el sistema inmunológico de nuestro perro que, por causas desconocidas, funciona de forma descontrolada. No existe una “curación” de la enfermedad, pero sí varias medidas que mejoran el cuadro clínico del animal.
Tratamiento de soporte:
– Control estricto de parásitos externos para evitar complicaciones como por ejemplo la Dermatitis Atópica por Picadura de Pulga (DAPP).
– Baños frecuentes con champú adecuado.
– Alimentación de calidad, para garantizar una nutrición excepcional de la piel.
Medidas terapéuticas:
Cada caso debe ser estudiado de forma específica por un profesional veterinario, quien te podrá recomendar, entre otros tratamientos, la Inmunoterapia alérgeno específica o la administración de fármacos como los corticoides.