Al igual que con las personas, las esperanza de vida de nuestros perros y gatos esta experimentando un aumento, esto es debido a que la alimentación y las condiciones en las que viven nuestras mascotas han mejorado notablemente. La consecuencia de esto es un aumento de animales de edad avanzada en consulta.
Estos datos son estimaciones orientativas y existe gran variación individual. Los signos físicos de la edad (como la disminución de la actividad, pérdida de audición y de visión, etc.), pueden ser más indicativos que la edad cronológica. Algunos cambios fisiológicos asociados a la vejez son:
• Reducción progresiva de la masa muscular y aumento del tejido graso y conectivo en el cuerpo.
• Descenso de la actividad general.
• Depresión de la respuesta inmune.
• Pérdida parcial de capacidades sensoriales: olfato, gusto, visión y audición y deterioro de la estructura dentaria, con frecuente ausencia de piezas.
• Modificaciones de las secreciones y de los procesos digestivos (salival, gástrica, pancreática) y de la movilidad del tracto gastrointestinal (esófago, intestino delgado y colon, favoreciendo el estreñimiento).
• Posible alteración de la digestión y absorción intestinal de los nutrientes, afectando a la utilización del alimento (probablemente es más acusado en gatos que en perros).
• Cambios metabólicos: menor tolerancia a la glucosa y alteraciones en el metabolismo de los ciertos ácidos grasos
• Cambios funcionales renales (capacidad disminuida para diluir y concentrar orina y para eliminar residuos catabólicos), aunque por si sólo el envejecimiento no causa una disminución de la función renal.
• Disminución de las capacidades funcionales osteoarticulares, respiratorias y cardiacas.
• Descenso de la elasticidad y flexibilidad de la piel. Incremento de incidencia de queratosis y neoplasias cutáneas.
Estos cambios en los animales de edad avanzada provocan necesidades específicas de todo tipo. Por lo que la alimentación es muy importante. El objetivo de la alimentación de un animal de edad avanzada es proporcionar una dieta que permita minimizar las consecuencias negativas de los cambios fisiológicos asociados a la vejez y limitar las consecuencias del proceso del envejecimiento, por lo que han de ser rica en proteínas de alta calidad y digestibilidad, así como en ácidos grasos y antioxidantes, pero han de ser bajas en grasas/lípidos.