Es evidente que estamos viviendo unos momentos únicos en nuestra historia desde que comenzó todo esto de la pandemia, donde casi todos los medios a diario nos bombardean con diferentes informaciones sobre biología…. Nos hemos decidido ha hacer este post con la idea de explicar un poco sobre el funcionamiento del sistema inmunitario, muy similar entre el nuestro y el de nuestras mascotas.
El sistema inmunitario es una red compleja de órganos, células y proteínas que trabajan juntos defendiendo al cuerpo de sustancias extrañas (antígenos), hongos, toxinas, bacterias, virus, células tumorales…. Cuando el cuerpo descubre una sustancia extraña, varios tipos de células entran en acción esto se denomina respuesta inmune. A continuación se describen algunas de las células que forman parte del sistema inmunitario.
El sistema inmunitario consta de dos partes que trabajan conjuntamente:
El sistema inmunitario innato, Es el que recorre el cuerpo y produce la primera respuesta cuando encuentra un invasor. El sistema inmunitario innato es heredado y se encuentra activo desde el nacimiento. Cuando este sistema reconoce a un invasor, entra en acción inmediatamente. Las células de este sistema inmunitario rodean y encierran al invasor. Luego el invasor es eliminado dentro de la células del sistema inmunitario. Las células por excelencia que trabajan en este sistema son monocitos, macrofagos, neutrofilos, eosinofilos, basófilos y células NK (NK=natural killer)
El sistema inmunitario adquirido, con la ayuda del sistema inmunitario innato, produce células (anticuerpos) para proteger a su cuerpo de invasores específicos. Estos anticuerpos son desarrollados por que el cuerpo ha estado expuesto al invasor. Pueden tardar varios días para que estos anticuerpos se desarrollen, pero después de la primera exposición, el sistema inmunitario reconocerá al invasor y lo defenderá contra él. El sistema inmunitario adquirido va cambiando a lo largo de la vida . Las vacunas entrenan al sistema inmunitario para que produzca anticuerpos que lo protejan de enfermedades dañinas. El sistema inmunitario adquirido lo conforman dos tipos de células inmunitarias que nos dan dos tipos de inmunidad que ahora explicaremos:
La inmunidad mediada por células: Actúa contra microorganismos intracelulares. Su proceso de actuación se basa en que las células presentadoras de antígenos. En la inmunidad celular los mediadores son células, principalmente linfocitos T.
La inmunidad humoral: Actúa contra microorganismos extracelulares. En primer lugar las células B reconocen el antígeno y son activadas por la acción de los linfocitos T. Ésto produce la expansión de los linfocitos B encargados de segregar anticuerpos, principalmente IgM, y dependiendo del estímulo IgG, IgA o IgE. Los anticuerpos liberados se fijan a los antígenos o microorganismos y los desactivan. También atraen a fagocitos a la zona para ayudar a destruir a más microorganismos. Hay que recordar que después de producirse este tipo de respuesta inmunitaria quedarán como remanentes los linfocitos B de memoria, que son los que facilitarán que la respuesta secundaria sea más rápida.
Como hemos leído cabe destacar que no es posible hablar de estos dos tipos de respuesta inmunitaria de forma totalmente independiente. Las células participan en la iniciación de las respuestas con anticuerpos y los anticuerpos constituyen un nexo imprescindible en algunas reacciones mediadas por células.
Al comenzar este post hemos mencionado que el sistema inmunitario aparte de las células que hemos detallado arriba también lo conforman órganos y tejidos, se suelen denominar tejidos u órganos linfáticos. Su función principal es producir y enviar linfocitos (un tipo de leucocitos) que atacan antígenos (proteínas y otras sustancias) incluidos dentro de otros invasores externos. Algunos también reconocen antígenos en el torrente sanguíneo y ordenan a los linfocitos que actúen, estos son
- El timo: Es un órgano pequeño ubicado en la parte superior del pecho, detrás del esternón, donde un tipo de linfocitos llamado “células T” crecen y maduran durante la infancia. Cuando llegamos a la adultez, nuestras células T maduras se pueden dividir para formar nuevas células T.
- La médula ósea: Es el tejido blando que se encuentra dentro de los huesos donde se forman todas las células sanguíneas, incluyendo los linfocitos. La médula ósea produce células T y otros linfocitos denominados “células B”.
- El bazo: Es un órgano del tamaño de un puño ubicado en la parte superior izquierda del abdomen, detrás del estómago. El bazo contiene leucocitos que responden a los antígenos recolectados de la sangre.
- Tejido linfático: Hay áreas de tejido linfático en todo el cuerpo. Su función es atrapar antígenos y llevarlos a los linfocitos para desencadenar una respuesta inmunológica. Los tejidos linfáticos a lo largo del tracto gastrointestinal incluyen las amígdalas y las adenoides, que se ubican detrás de la garganta y la nariz, y el apéndice, órgano pequeño unido al intestino grueso. También hay áreas de tejido linfático en el sistema respiratorio.
Otras partes importantes del sistema inmunitario incluyen los vasos linfáticos y los ganglios linfáticos:
- Los vasos linfáticos recogen desechos como proteínas, residuos celulares, bacterias y virus, que son expulsados de los vasos sanguíneos. Este líquido con desechos, llamado linfa, viaja por los vasos linfáticos e ingresa a los ganglios linfáticos. Hay vasos linfáticos en todo el cuerpo, como ocurre con los vasos sanguíneos (arterias y venas).
- Los ganglios linfáticos son órganos redondos pequeños que filtran las bacterias, los residuos y otras toxinas, y que, además, contienen leucocitos que combaten infecciones. Los ganglios cumplen una función clave en el reconocimiento y la eliminación de estas sustancias. Además, le indican al cuerpo que debe iniciar una respuesta inmunitaria. Hay grupos de ganglios linfáticos en la ingle, las axilas y el cuello. También hay más ganglios en otras vías linfáticas del tórax, el abdomen y la pelvis.
Los ganglios linfáticos regionales filtran la linfa a medida que sale de distintas zonas del cuerpo a través de los vasos linfáticos. Por ejemplo, la linfa de la mano, el brazo y la axila, así como de las zonas del tórax y de la parte superior de la espalda, se drena hacia los ganglios linfáticos de la axila (o axilares) para el filtrado.
Los tejidos linfáticos de todo el cuerpo controlan constantemente la sangre y la linfa para identificar sustancias externas que podrían ser nocivas y requerir la acción inmediata del sistema inmunitario.
Bueno desde hospital Galápago esperamos haber desenmarañado este lío que es el sistema inmunitario y las funciones de sus células.