Antes de centrarnos en el hipertiroidismo felino queremos hablaros brevemente de la enfermedad tiroidea que afecta desde humanos a perros, gatos… La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas. Las hormonas tiroideas controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo que componen el metabolismo del cuerpo. Los problemas tiroideos pueden ocasionarse por falta de yodo, medicamentos, neoplasias… ocasionando un funcionamiento erróneo de esta glándula.
Hipertiroidismo: La glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que su cuerpo necesita, más común en los gatos
Hipotiroidismo: La glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea, más común en los perros.
Una vez explicado brevemente vamos a comenzar a escribir sobre el hipertiroidismo felino. Se diagnosticó hipertiroidismo en el 10% del total de los gatos (13% en animales sintomáticos y 3% en asintomáticos). En gatos mayores de 13 años la prevalencia aumenta al 14% (12/86), siendo en sintomáticos 16% (10/63) y en asintomáticos 9% (2/23).
-Se produce por el desarrollo en la glándula tiroides de tumores benignos (en el 98% de los casos) o tumores malignos (en el 2%), el tejido tumoral es hiperactivo y produce un aumento en la secreción de las hormonas tiroideas (T4 y T3), lo cual se manifiesta con cuadros clínicos de hipertiroidismo. Una de las características más visible de Los gatos hipertiroideos es que muestran adelgazamiento con apetito voraz, aparte de alteraciones en el comportamiento (maullidos, hiperactividad nocturna), beben y orinan mucho, y pueden presentar vómitos o diarrea.
Es una enfermedad progresiva, que no solo afecta al metabolismo general del paciente, sino que con el tiempo puede producir el deterioro funcional de otros órganos (corazón, riñón e hígado).
Al tratarse de una enfermedad tumoral, aunque este sea benigno, sin el tratamiento adecuado puede llegar a transformarse en maligno.
-Su diagnóstico se basa en la valoración de los síntomas clínicos, la exploración física (masas cervicales…), los análisis hematológicos y bioquímicos sanguíneos, y los test específicos de funcionalidad tiroidea (niveles de T4 total, TSH y T3)…
Hoy en día existen diversos tipos de tratamientos para el hipertiroidismo felino: los medicamentos antitiroideos, las dietas bajas en yodo, la cirugía tiroidea y el tratamiento con yodo radiactivo
Los medicamentos y dietas son tratamientos sintomáticos (intentan controlar los síntomas pero no curan la enfermedad), por lo que hay que emplearlos durante toda la vida de nuestra mascota. Solo la cirugía y el yodo radiactivo curan definitivamente la enfermedad, ya que eliminan el tejido hipersecretor que causa el hipertiroidismo felino.