Terminamos la semana con una historia bonita y triste a la vez, el protagonista es Breeze un potro que tuvo la mala suerte de quedarse huérfano nada más nacer, las personas que lo encontraron y lo acogieron le pusieron un oso de peluche gigante para que se sintiera acompañado y este el es resultado de un experimento totalmente adorable.
En este vídeo podéis ver a Breeze con su peluche gigante y los tiernos momentos que comparten.
FELIZ FIN DE SEMANA