En el post anterior hablamos de la dermatitis atópica en perros, mucho mas extendida en perros y por lo tanto mas investigación y avances.
En los gatos la dermatitis atópica es una causa frecuente cuando este tiene problemas de excesivo rascado ( originado por el prurito), al haber menor numero de casos la investigación centrada en la patogenia de la DA felina es escasa. A esto debemos sumarle el desconocimiento sobre la atópia felina, las diferencias en ciertos aspectos (manifestación clínica, resultado en las pruebas alergológicas) con las atópias canina y humana.
La atópia felina está asociada a la presencia de prurito, que puede ser estacional o no, y los gatos afectados pueden manifestar uno o una combinación patrones lesionales.
Una forma de detectar que la enfermedad que presenta el paciente realmente es una dermatitis atópica es siguiendo los 10 los criterios de Favrot et al. si el paciente tiene 6 de los 10 totales, es mas que probable que estemos ante una dermatitis atópica.
1.-Presencia de prurito desde el inicio del problema.
2.-Presencia de como mínimo dos de los siguientes cuadros clínicos:
-Alopecia simétrica.
-Dermatitis pápulo-costrosa o dermatitis miliar.
-Dermatitis placo-nodular (lesiones del complejo del granuloma
eosinofílico felino).
-Erosiones o úlceras en región cervical y facial.
3.-Al menos dos localizaciones afectadas.
4.-Dermatitis miliar como patrón más predominante.
5.-Dermatitis eosinofílica, alopecia simétrica o erosiones o úlceras en región cervical, cabeza, labios o orejas.
6.-Alopecia no simétrica en la región dorsocaudal, cola o extremidades posteriores.
7.-Alopecia simétrica en el abdomen.
8.-Ausencia de erosiones o úlceras en las extremidades anteriores.
9.-Ausencia de lesiones en las regiones axilar y esternal.
10.-Ausencia de nódulos o tumores.
Sin embargo, siempre se debe descartar mediante pruebas diagnósticas otras enfermedades que pueden causar un cuadro clínico similar. Esto es muy importante en el gato, dado que las cuatro presentaciones clínicas más frecuentes de la dermatitis atópica pueden ser causadas también por muchas enfermedades de origen no alérgico.
A diferencia de las atópias en el perro, que en la gran mayoría de casos se presentan con prurito (podal, facial o troncal), otitis e infecciones bacterianas o por levaduras recurrentes, en el gato las presentaciones pueden ser muy diversas y en la gran mayoría de los casos, no se presenta otitis.
Una característica común entre la atópia canina y felina es que se observa esta enfermedad en animales jóvenes, normalmente menores de dos años de edad. El signo clínico más frecuente será el prurito, que a menudo se localiza en la región de la cabeza y el cuello, y causa úlceras y/o erosiones en estas zonas.
Como se ha explicado anteriormente, el gato con dermatitis atópica puede manifestar diferentes cuadros clínicos. A cada uno de ellos le puede corresponder una lista de diagnósticos diferenciales diferentes.